Las salas de conciertos de todo el país se unen en el que podría ser El Último Concierto el próximo miércoles 18 de noviembre a las 20:00 h, participarán en streaming la mayoría de las salas icónicas del país.
Esta campaña lleva el hashtag de #ElÚltimoConcierto y esperan que se viralice todo lo posible, para darle mayor visibilidad y contundencia a la acción.
Las salas de conciertos están viviendo, sin lugar a duda, la situación más crítica, más convulsa e incierta en el sector musical hasta el momento. Hace cerca de ocho meses que prácticamente el 100% de las salas permanecen cerradas debido a la crisis sanitaria en la que estamos inmersos.
Resumen de contenidos
Un sector perjudicado
El sector de la música en directo es uno de los más perjudicados por esta situación y en, especial, las salas de conciertos.
Estos espacios cuentan con casi cinco mil trabajadores directos, la mayoría afectados por ERTEs desde principios de marzo, un gran número de trabajadores intermitentes, autónomos y pymes que prestan servicio a la actividad y un extensísimo número de músicos, técnicos, sellos discográficos, fotógrafos, bookers, promotores y muchos más profesionales afectados en el cierre forzoso.
Cancelaciones de conciertos
Durante estos meses se han cancelado cerca de 25.000 conciertos.
Las pérdidas que van a acumular las salas de conciertos hasta final de año sumarán cerca de 120 millones de euros.
Las salas llevan soportando el endeudamiento durante demasiados meses, con la incertidumbre, que la posible fecha de apertura genera en las empresas y sus trabajadores. Con gastos fijos y sin ingresos, con insuficientes ayudas paliativas por parte de las administraciones públicas.
La situación es insostenible y si las administraciones no toman medidas de calado en un plazo corto o inmediato, es muy probable que la mayoría de las salas del país se enfrenten este 2020 a El Último Concierto.
Necesidad de un plan urgente
Las salas necesitan con urgencia un plan de rescate o la hibernación de gastos fijos, para poder resistir y seguir ofreciendo música en directo cuando la situación sanitaria lo permita y el resto de los espacios culturales de pública concurrencia recupere su actividad.
La desaparición de salas es una realidad causada por la pandemia, de hecho, actualmente, ya sabemos que como mínimo 15 salas han cerrado sus puertas definitivamente en diferentes localidades del país.
La inacción política, en cuanto al reconocimiento real de las salas cómo espacios culturales, parecen estar detrás de la ceguera ante el peligro de desaparición de espacios de base tan frágiles cómo necesarios, que proporcionan el talento y la riqueza musical y cultural del país.
Que la música cura es una certeza, actúa como nexo de la capacidad de disfrutar, relacionarse y enriquecerse social y culturalmente. No solo es una necesidad que alivia y enriquece, es un derecho esencial de la ciudadanía que debe ser garantizado y es un derecho que los profesionales de la cultura puedan trabajar.
El concierto reivindicativo
Por todo ello, el próximo miércoles 18 de noviembre, las salas de música se unen para celebrar un concierto muy especial con la colaboración de varios artistas. El concierto se podrá ver en streaming de manera gratuita a partir de las 20:00 h en la web: www.elultimoconcierto.com
El manifiesto
De este modo, reproducimos el contenido de dicho manifiesto, según lo hemos recibido en Espectáculos Vértigo y tal como reza en su web oficial de forma literal:
LAS SALAS DE CONCIERTOS ESTAMOS VIVIENDO, SIN LUGAR A DUDA, LA SITUACIÓN MÁS CRÍTICA Y NUNCA EXPERIMENTADA DEL SECTOR HASTA EL MOMENTO.
La desaparición de salas es ya una triste realidad causada por la pandemia, pero sobre todo por la falta de acción y voluntad política de la administración que en este momento no es lo suficientemente consciente de que, como uno de los sectores más afectados por la crisis donde la mayoría de los espacios no han podido abrir sus puertas todavía, necesitamos una atención proporcional a nuestro grado de afectación si no queremos encontrarnos con un empobrecimiento y la desertificación cultural de nuestro territorio que por desgracia puede ser irreversible.
Hace casi ocho meses que prácticamente el 100% de las salas están cerradas y solo algunas pueden hacer conciertos en directo, con una drástica reducción de la capacidad condicionada por la distancia física, que reduce sus aforos a menos del 30% y con la prohibición de ejercer la actividad natural del baile que caracteriza a la mayoría de ellas.
El grado de incidencia de la pandemia en la actividad de este sector, en comparación con otros, es de los más elevados, algo que se contradice con la falta de capacidad para
interlocutar con las administraciones y con la casi inexistente ayuda que recibe para tratar de paliar estos efectos.
La gran mayoría de las salas no podrán sobrevivir en estas condiciones de endeudamiento progresivo más allá del 2020, a no ser que puedan recuperar la actividad en unas condiciones mínimas que no provoquen más pérdidas que las actuales, o que la
administración escuche las medidas de choque que se proponen para reducir los gastos mensuales y que asignen ayudas económicas para compensar las pérdidas adquiridas hasta el momento.
Debido a que la actividad de las salas se desarrolla en un espacio específico que requiere una importante inversión en insonorización, equipos técnicos y un gran volumen de trabajadores, y que dicha actividad está vinculada a una licencia municipal que por inactividad puede desaparecer debido a su caducidad, y que no se conceden nuevas licencias en la gran mayoría de municipios del país, la desaparición de las salas puede convertirse en un hecho irreparable.
Por otro lado, la situación de crisis general y la precariedad económica en la que ya se encuentran muchas salas, está haciendo aflorar ofertas de fondos de inversión buitre dispuestos a comprar licencias a bajo precio con una clara intención de especular y generar otro tipo de actividades, mucho más rentables que la música en vivo y la programación artística, hecho que puede contribuir a dejar el territorio sin algunos espacios culturales esenciales para el nacimiento y la evolución de la carrera de los artistas locales.
Es absolutamente necesario que se establezcan unas medidas de hibernación de los gastos y un sistema de compensaciones económicas proporcionales al grado de afectación que el sector está sufriendo desde hace 8 meses, de manera que ayuden a las salas a poder sobrevivir sin actividad mientras duren las restricciones, de la misma forma que es imprescindible que se equipare la actividad de las salas de conciertos a las del resto de equipamientos culturales como cines y teatros para que cuando las condiciones epidemiológicas lo permitan, puedan abrir cumpliendo con las mismas medidas sanitarias que establecen los protocolos de las artes escénicas.
Nos gustaría que la administración entendiera que el trabajo de salas que ofrecen una programación artística y musical estable de proximidad durante todo el año, es un bien cultural del país y que poder disponer de espacios donde el baile y la música actúan como nexo que amalgama la capacidad de disfrutar, relacionarse y enriquecerse social y culturalmente, no solo es una necesidad que gran parte de la población tenemos en diferentes momentos de nuestra vida, sino un servicio que debemos ofrecer y un derecho esencial de la ciudadanía que debe ser garantizado.
LISTADO DE SALAS DE CONCIERTOS ADHERIDAS:
- Alfa Bar
- Almo2Bar
- Almodobar
- Beikozini
- Berlín Café
- Blackbird
- Boxer
- Cadillac Solitario
- Cafè Del Teatre
- Café la Palma
- Ceferino
- Cockteleria Milano
- Contraclub
- Costello
- Coyote
- Dabadaba
- Diobar
- Dixie
- Dresden
- El Clap
- El Intruso
- El Paraigua
- El Perro de la Parte de Atrás
- El Sol
- Els Pagesos
- Espai Orfeo
- Euskal Etxea
- Faktoria D’arts
- Fotomaton
- Freedonia
- Fulanita de Tal
- Fun House
- Galileo Galilei
- Gruta 77
- Hell Dorado
- Jazz Cava De Vic
- Jazzsí Club
- Kafe Antzokia
- L’alternativa De la Bisbal
- L’oncle Jack
- La Cabra
- La Capsa
- La Daurada
- La Donzella
- La Masía De Sant Boi
- La Mirona
- La Nau
- La Sonora De Gracia laut
- Les Enfants
- Lo Quiosc
- Lo Submarino
- Luz De Gas
- Marula Café Mardi Gras
- Matisse
- Meteoro Milenio
- Minoria Absoluta Rock
- Bar
- Moby Dick
- Moe
- Music Hall
- Nota 79
- Plataforma
- Plateruena
- Razzmatazz
- Red Star
- Rock City
- Sala Apolo
- Sala Barts
- Sala Bikini
- Sala Clandestino
- Sala Creedence
- Sala Pícaro
- Sala Stéreo
- Sala Taro
- Sala Upload
- Sala Vol
- Sala Zero
- Salamandra
- Sarau08911
- Sidecar
- Sinestesia
- Siroco
- Slàvia
- Slow
- Soda Acústic
- Stroika
- Sunset Jazz Club
- Tablao Cordobés
- Tablao De Carmen
- Taller 24
- Tempo Club
- The Void Vade
- Vesta
- Voilà
- Wolf
- Zowie
Todas estas salas, tienen el reclamo de la campaña bien visible en sus fachas. Desde luego, no pasan inadvertidas. Puedes descargarte fotografías de las intervenciones de las fachadas de las salas aquí.
Plataforma de Salas de Conciertos
Este movimiento lo componen las siguientes asociaciones:
- ACCES (Asociación Cultural Coordinadora Estatal de Salas privadas de Música en directo) que incluye a: Andalucía Suena/CREADI, Asociación Cultural Música Cruda de Ceuta, Castilla La Mancha en Directo, Castilla y León en Vivo, Clubtura (Asociación Galega de salas de Música ao Vivo), EnViu! (Associació Valenciana de sales de Música en Directe), y Murcia Live!
- ARAGÓN EN VIVO
- ASACC (Associació de Sales de Concerts de Catalunya)
- KULTURA LIVE (Asociación de salas de música de Euskal Herria)
- LA NOCHE EN VIVO (Asociación de Salas de Conciertos de Madrid)